Co-creado por Rodrigo Llorente y Pablo González

La formación en la competencia Trabajo en Equipo ha sido una de las más demandadas por los clientes de todos los sectores, conscientes de la importancia de desarrollarla entre sus colaboradores por su impacto en la productividad y otros aspectos tales como la motivación y el contacto personal. La formación estándar en esta competencia ha sido clave pues con ella hemos sido capaces de fomentar dos aspectos fundamentales:

    1. Desarrollar una actitud de predisposición y sensibilización de las personas con el objetivo colectivo.

 

  1. Reorientar la percepción del trabajo individual hacia una percepción holística, haciendo que los participantes experimenten el impacto que su propia actividad tiene en la actividad de los otros miembros de equipo y por ende en la consecución de los objetivos propuestos.

Tenemos la certeza de que los talleres sobre “Trabajo en Equipo” que hemos desarrollado hasta el momento han tenido un impacto positivo en los asistentes, y podemos decir que el 70% ha desarrollado su capacidad de colaboración, un aspecto esencial para el aprovechamiento de la dedicación de los componentes de un equipo.

Ahora bien, desde el año pasado hemos descubierto un aspecto crítico y esencial cuyo desarrollo abre nuevos caminos para potenciar la productividad y el rendimiento de los equipos. Este aspecto no es otro que la capacidad de sus componentes para Co-crear.

Nuevas tendencias de Recursos Humanos nos hablan del salario emocional como una buena alternativa para retener el talento en las organizaciones. En concreto, una de las acciones que mejor acogida está teniendo es la de ofrecer a los colaboradores la posibilidad de “rediseñar” su puesto de trabajo. Este rediseño, realizado conjuntamente con sus responsables, les permite aportar valor, desde su propia experiencia y conocimiento del puesto, a sus funciones, responsabilidades y objetivos.

La Co-creación del puesto de trabajo dota de sentido a todos los elementos que lo forman ya que las responsabilidades y objetivos que nosotros mismos definimos desde nuestra realidad adquieren un cariz más vinculante que aquellas que nos son impuestas desde una perspectiva, en ocasiones, más alejada.

Este principio de actuación tiene un efecto multiplicador cuando es aplicado a los equipos de trabajo ya que se extiende mucho más allá de las propias funciones individuales, nutre las relaciones entre los miembros y sus roles, y dota de sentido el concepto de Equipo que tienen los colaboradores.

Partiendo de esta premisa, decidimos estructurar sesiones para la creación de Equipos de Alto Rendimiento fomentando la Co-creación en torno a una serie de elementos fundamentales.

    1. Misión y Retos: ¿Cuál es la misión del Equipo?, ¿cuáles son los retos derivados de esta misión?, ¿cuáles son los principales objetivos a alcanzar?El hecho de que los miembros de un Equipo creen, junto con su responsable, la Misión y definan los objetivos derivados, redunda positivamente en el compromiso y el nivel de responsabilidad adquirido sobre ellos.

 

    1. Roles en el equipo: ¿Cómo se estructura el equipo?, ¿cuál es la contribución de cada uno de los roles existentes?, ¿qué capacidades aporta cada uno?Poner en común los roles existentes dentro del equipo y participar en la redefinición de los mismos ofrece a sus integrantes la oportunidad de reflexionar sobre las funciones de cada miembro y crear nuevos vínculos que generen sinergias en su seno.

 

    1. Organización y Procesos: ¿Qué procesos o procedimientos debemos establecer?, ¿cuáles de los ya establecidos son ineficientes y debemos cambiar? , ¿qué tipo de información compartiremos y qué canales compartiremos?, ¿cómo se resolverán ineficiencias y conflictos?Es hora de poner en común los procesos y procedimientos que no están funcionando dentro del equipo para establecer puntos de mejora o reforzar aquellos que sí están funcionando. Así, una vez entendidas las funciones y responsabilidades de cada miembro del equipo, es el momento de cuestionar el acceso a información que cada miembro tiene o necesita, para desempeñar las funciones antes mencionadas y tirar los muros que muchas veces existen en los equipos y que crean silos de conocimiento. Esta es también una oportunidad única de explorar nuevas formas de aprovechar los canales de comunicación que la organización pone a disposición del equipo para transmitir la información sensible que se haya identificado.

 

  1. Relaciones/Comportamientos: ¿Cómo deben ser nuestras interacciones?, ¿cómo debemos relacionarnos con nuestro entorno?Una vez definidos los puntos anteriores es el momento para encontrar nuevas formas de actuar, para impactar en el mercado, mediante nuevos enfoques de acercamiento a clientes.

Los resultados encontrados hasta el momento revelan que aproximadamente el 40% de los componentes de los equipos desarrollan su capacidad de “Co-creación” con el resto de compañeros. A diferencia de los programas estándar sobre “Trabajo en Equipo” que comentaba al principio de este post, este enfoque profundiza hasta la misma razón de ser del equipo, consiguiendo restablecer los vínculos de este, con el negocio y la compañía. Con este esquema, conseguimos estimular la reflexión grupal, estimulando la creatividad en la búsqueda de eficiencias y consiguiendo que los asistentes encuentren nuevos caminos innovadores para el desarrollo de negocio, prestar un mejor servicio al cliente, etc… Nuestra experiencia en este tipo de sesiones desaconseja una facilitador generalista y se inclina por un facilitador que sea conocedor del negocio y el sector en el que opera el equipo para ayudar a los participantes en la creación de estos cuatro elementos. La comprensión de la realidad del equipo y su habilidad para estimular la creación de ideas serán las claves para poder conducir la reunión con éxito.

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