El 86% de los líderes de Recursos Humanos citan el liderazgo como uno de los retos más importantes de las organizaciones; y a su vez, el compromiso de sus trabajadores se ha convertido en una prioridad para ellos. Pero, ¿cómo se consigue este compromiso? ¿Cuáles son las funciones de un buen líder?

La persona responsable de asumir esta función en la organización debería tener ciertas características: estar motivada; ser empática y mostrar interés en los demás; buscar distintas perspectivas y fomentar la participación del empleado; trabajar orientada a los resultados; resolver problemas de forma eficiente y, sobre todo, ser consciente de cuál es su rol.

El rol del líder en la empresa es transformador. Ya no solo se trata de conseguir unos resultados por parte de nuestros colaboradores, sino que debemos lograr su confianza, respeto y lealtad. Solo de esta manera haremos que se sientan parte de la empresa y luchen por un objetivo común.

En este nuevo contexto en el que nos encontramos, el líder tendrá que asumir tres funciones o retos:

  1. Impacto: Debe asumir la capacidad de influenciar en su entorno y liderar la organización.
  2. Crecimiento: Se hace imprescindible tener la capacidad de conseguir que el equipo asuma el desarrollo del negocio como propio. Crear una relación de confianza, inspirar y motivar al equipo se ha convertido en base fundamental de la actividad del buen líder.
  3. Equilibrio: Recordar que “el liderazgo empieza en uno mismo”. Ser capaz de desconectar del trabajo fuera de la jornada laboral y obtener un equilibrio a nivel personal y profesional hará que el buen líder centre su atención y consiga un enfoque equilibrado del éxito. Para ello, tendrá que gestionar de manera equilibrada las tres dimensiones de la persona: la física, la mental y la emocional.

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