Tenemos claro qué es una “Smart City”, ¿y una “Smart Organization”?

Por Gianluca Balocco, Partner de People Excellence

Gianluca Balocco
Desde hace ya algún tiempo venimos oyendo hablar de las “Smart Cities”; los presupuestos generales del Estado, los medios de comunicación, los foros empresariales, etc, todos nos abruman con iniciativas y con noticias al respecto, y supongo que más o menos, todos tenemos el concepto claro. Aun así, vamos a tratar de dar una breve explicación.

Según la definición que podemos encontrar en la página web de la Fundación Telefónica, “una Smart City es aquella ciudad que usa las tecnologías de la información y las comunicaciones para hacer que tanto su infraestructura crítica, como sus componentes y servicios públicos ofrecidos sean más interactivos, eficientes y los ciudadanos puedan ser más conscientes de ellos.  Es una ciudad comprometida con su entorno, tanto desde el punto de vista medioambiental como en lo relativo a los elementos culturales e históricos “.

Todas las ciudades punteras del mundo están trabajando en este tema, intentando destacar frente a sus competidoras con iniciativas como la de la ciudad de Nueva York, con sus hotspots en Manhattan, Queens, Brooklyn y el Bronx,  ligados a su iniciativa NYCWireless, que permiten a más de 8 millones de habitantes y más de 52 millones de turistas, tener acceso gratuito a internet, ¡y todo gracias a una empresa española llamada Gowex!

Este tipo de iniciativas están poblando cada vez más nuestras ciudades de innovaciones de todo tipo, físicas, tecnológicas y culturales, dotándolas de una mayor interactividad, eficiencia y sostenibilidad, para que los ciudadanos que las habitan y que las disfrutan tengan un entorno mucho más amable donde vivir, trabajar y respetar el medioambiente.

Social Media, 2.0… ¿innovación tecnológica o transformación de la organización?

Gianluca Balocco, Socio Director de People Excellence

Gianluca BaloccoLa aparición de la Tecnología Web 2.0 hace un tiempo, se vio simplemente como un cambio tecnológico más aplicable a la vida personal que a la profesional: la interactividad de las personas con los sistemas había alcanzado el nivel de lo cotidiano; la facilidad del manejo (400 millones de usuarios de Facebook sin que nadie les enseñara a usarlo) empezaba a sorprender a propios y extraños y la tecnología libre a disposición de todos en Internet y con lenguaje atractivo (Rich Internet Application).

Sin embargo pronto la necesidad de estar conectado empezó a extenderse del ámbito personal al profesional. La generación “Y” fue la primera en demostrar que era  compatible conectarse a una red social en Internet durante la jornada de trabajo y rendir al máximo. Llevándolo al extremo, se preguntaban cosas tan obvias como:

¿Por qué una empresa puede tener una cafetería para todos los empleados en la que pasar un rato desayunando y departiendo amigablemente con los compañeros de trabajo y no se puede entrar en una red social con el mismo fin?…