Paradojas del mundo globalizado: la marca como valor diferencial

Por Reyes Minaya, director de People Excellence

Reyes Minaya

La gestión de personas como elemento para una mejor administración de las empresas y organizaciones ante la perspectiva social y económica actual, cobra ahora una importancia crítica y es un factor transformacional decisivo.

Los equipos de dirección de las empresas están tratando de ordenar internamente sus organizaciones mientras intentan aprovechar el reto que ofrece esta situación de transformar la compañía en otra, que compite de manera más eficiente y que se adapta para aprovechar las oportunidades que ofrece la crisis.

Buscan, asimismo, soluciones innovadoras que les permitan un crecimiento sostenido a largo plazo. Muchas de ellas ya lo han hecho, miran hacia los países emergentes, esos que hoy crecen a un ritmo ya impensable en occidente, como una de las principales recetas para atenuar los efectos de la crisis.

En efecto, la globalización es un hecho, y la necesidad de internacionalización de las empresas para asegurar su competitividad en el nuevo contexto económico también lo es. La estrategia de internacionalización permite no sólo el acceso a nuevos mercados y reduce el riesgo gracias a la diversificación, sino que incrementa significativamente su rentabilidad. Latinoamérica, Asia, o África, la elección se sustenta en términos de oportunidad, pero también de estabilidad política, seguridad jurídica, y como no, de vínculo cultural con los países de destino.

Paradojas del mundo globalizado: la marca como valor diferencial

Por Reyes Minaya, director de People Excellence

Reyes Minaya

La gestión de personas como elemento para una mejor administración de las empresas y organizaciones ante la perspectiva social y económica actual, cobra ahora una importancia crítica y es un factor transformacional decisivo.

Los equipos de dirección de las empresas están tratando de ordenar internamente sus organizaciones mientras intentan aprovechar el reto que ofrece esta situación de transformar la compañía en otra, que compite de manera más eficiente y que se adapta para aprovechar las oportunidades que ofrece la crisis.

Buscan, asimismo, soluciones innovadoras que les permitan un crecimiento sostenido a largo plazo. Muchas de ellas ya lo han hecho, miran hacia los países emergentes, esos que hoy crecen a un ritmo ya impensable en occidente, como una de las principales recetas para atenuar los efectos de la crisis.

En efecto, la globalización es un hecho, y la necesidad de internacionalización de las empresas para asegurar su competitividad en el nuevo contexto económico también lo es. La estrategia de internacionalización permite no sólo el acceso a nuevos mercados y reduce el riesgo gracias a la diversificación, sino que incrementa significativamente su rentabilidad. Latinoamérica, Asia, o África, la elección se sustenta en términos de oportunidad, pero también de estabilidad política, seguridad jurídica, y como no, de vínculo cultural con los países de destino.