El aforo de un concierto de bandas míticas como los Rolling Stones o AC/DC, por ejemplo, es la prueba más real de que a muchos de nosotros no sólo nos gustan las cosas nuevas, sino también las cosas buenas de siempre. Mismo combo y mismo sonido, como últimas fronteras que resisten a la modernidad de la mano de Agnus Young, Phil Rudd, Brian Johnson, Chris Slade, Stevie Young y Cliff Williams recordando letras como Hells Bells, Touch too much, Back in Black, Highway to hell, entre otras.

¿Necesitamos algo más para vibrar? ¿Hay algo más?

Con este recuerdo a los míticos, inmortales y hegemónicos grupos, comienzo este artículo en el que me propongo reflexionar sobre las claves de la innovación. No es mi intención agotar este tema sino plantearlo. Dicho de otra forma: ¿las personas estamos a la espera de cosas nuevas o aceptamos éstas pero, en realidad, lo que sin duda nos apasiona son las cosas de siempre?

También podría haber comenzado comparando las lentejas con el sushi o el cocido con los rollitos primavera. La música, como la gastronomía, lo ha tocado y justificado casi todo. La conclusión sería la misma: lentejas y AC/DC…

Mientras nuestro alrededor se debate en la búsqueda constante de novedades, en nuestro interior anhelamos las cosas de siempre, cuando están bien hechas. Cierto es que un día esas cosas también fueron novedad. Lo cual viene a significar que solo cambiamos (de verdad) cuando las cosas merecen la pena. ¡¡¡Todo lo demás  tiene fecha de caducidad!!!

He conocido muchos directivos obsesionados con novedades, pero pocos preocupados por hacer las cosas bien. También he conocido muchos asesores obsesionados por productos y soluciones nuevas, olvidando en el camino la perfección de sus trabajos. Como decían nuestros abuelos: ¡ni tanto, ni tan calvo!

Otros ejemplos que pueden ayudarnos a comprender mejor las claves de las modas en nuestro ámbito serían, a modo de interrogantes,  los siguientes:

  • ¿Cuántas empresas crean planes de recursos humanos y lanzan campañas al respecto, sin haberse preocupado hasta el momento de sus profesionales y sin grandes cambios reales en su día a día?
  • ¿Cuántos asesores presentan soluciones de libro sin analizar la aplicabilidad en el contexto de sus clientes?
  • ¿Cuántos directivos venden eslóganes de responsabilidad y buen gobierno mientras articulan su propio negocio paralelo?
  • ¿Cuántos “jefes” hablan con entusiasmo de sus equipos mientras les niegan un reparto justo de sus éxitos?
  • ¿Cuántas veces planes de escaso recorrido y ambición son adornados con titulares que incitan a pensar en algo más?

 

Mi consejo: no nos preocupemos tanto de novedades y preocupémonos más de nuestro día a día.

Cualquiera podría poner ejemplos de falta de coherencia entre lo que hacemos y lo que decimos, entre lo que buscamos y lo que esperamos… La gestión de personas no está sólo ávida de cosas nuevas, sino que está a la espera de cosas bien hechas.

Mi consejo: no nos preocupemos tanto de novedades y preocupémonos más de nuestro día a día. Seamos justos, seamos honestos, seamos felices y disfrutemos de nuestra capacidad de escuchar tanto novedades, como los éxitos de siempre.

Lo que parece evidente es que poder ir a uno de estos conciertos, hacer una foto con tu iphone y enviárselo a tu padre es la “pera”. Y ya que hacemos referencia a Steve Jobs, a menudo me pregunto si el motivo de su éxito se debe a que hacía cosas nuevas o cosas buenas.

Mis mejores deseos en un camino al que muchos se incorporan tarde al peaje hacia el infierno, en este caso el cielo…

“Tenemos tantos fans, viejos y nuevos, que nos adoran, que hemos conseguido sobrevivir a infinidad de géneros musicales. La mayoría de estos géneros y modas han muerto, pero nosotros seguimos ahí”. Angus Young, The Sun en 2011.

“AC/DC es una empresa familiar, y las empresas familiares tienen una característica esencial: no arriesgan, no cambian, juegan sobre seguro”, Forbes, 2014.

“Le damos a la gente lo que espera y lo que quiere. Si consigues que la masa reaccione al unísono, eso es ideal. Exactamente, lo que los demás grupos no tienen. Exactamente, lo que los críticos no entienden”. Angus Young, 2014

“AC/DC ha vuelto para dar conciertos que se parecen mucho a los que daban hace cinco, diez o quince años, tocando canciones nuevas que se parecen una barbaridad a las que grabaron hace cinco, diez o quince años y ante unas audiencias que, cuando se miran al espejo, no les importa el aspecto que tenían hace cinco, diez o quince años. En el combo australiano cambian las circunstancias, pero jamás cambian las canciones”. Phil Rudd y Malcolm Young, 2015.

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