El liderazgo es uno de los temas que siempre ha despertado mi curiosidad; de manera que estudiarlo desde diferentes frentes es algo que hago con mucho entusiasmo. En esta ocasión, he elegido a Nelson Mandela para estudiarlo más de cerca: cómo un hombre que pasó 27 años en prisión, logró salir a gobernar un país y cambió la historia de Sudáfrica.

De la mano de Richard Stengel, periodista y principal biógrafo de Mandela, en su libro “El legado de Mandela”,  transité por las 15 lecciones esenciales de vida, de amor y de valor, tratando de extraer la esencia de cada una, para compartirlas con ustedes. La intención de escribir este texto  no es ahorrarles la lectura del libro; todo lo contrario, es motivarlos a que lo lean completo y que puedan sacar, así como hice yo, sus propias lecciones.

Es innegable que Nelson Mandela se convirtió en un ejemplo para muchos, incluso para el Presidente de Estados Unidos, quien en una entrevista en el año 2013 dijo: “No me puedo imaginar mi propia vida sin el ejemplo de Nelson Mandela” (Barack Obama). Aquí les comparto una breve reseña de estas 15 lecciones:

  1. El coraje no es la ausencia del miedo: Esta lección se resume en una de las frases que inmortalizaron a Mandela: “puedo fingir que soy valiente”, aquí cuenta cómo manejó sus temores desde niño de una tribu, joven revolucionario, preso por el apartheid, hasta jefe de Estado y personaje universal.  Para Mandela, el coraje consistía en mantenerse firme antes las circunstancias difíciles.
  2. Sé mesurado: es una llamada a nunca perder la calma, a destinar tiempo y oídos para todos los semejantes sin importar su origen o raza.  Así, fórmate una idea lo más completa posible antes de lanzarte a la acción.
  3. Liderar desde el frente: es importante no solo liderar, sino que te vean liderar. Mandela tuvo que tomar decisiones trascendentales solo, sin consultar a nadie, porque el liderazgo significa asumir responsabilidades y cargar con las consecuencias de las mismas.
  4. Liderar desde atrás: Esta lección se concentra en crear capacidades en los equipos; Mandela creía que si quieres que la gente dé lo mejor de sí misma, debes hacer que participen del éxito y hacerles ver que influyen en tus decisiones. El líder debe unirse a quienes cree más inteligentes y agudos que él, aprender de los expertos y no dudar en pedirles que le expliquen, delegar en ellos y convertirlos en aliados.
  5. Meterse en el papel: Parece un tema menor, pero para Mandela no lo era. En esta lección da gran relevancia a “la fuerza de la imagen” para acrecentar poder a través de una sonrisa disuasiva y de la liberación del rencor, “olvidando el pasado”. Para él era clave la apariencia, la presentación, la actitud —caminar erguido y mirar hacia el frente—y el buen estado físico.
  6. Ten un principio esencial: Para Mandela, la base de la vida tenía que ver con el cumplimiento de “la igualdad de derechos para todos, sin distinción de raza, credo o sexo”. Eso marcaba su filosofía de vida… el resto, decía “son estrategias” para alcanzar metas. ¿Cuál es la tuya?
  7. Piensa bien de los demás: “Nadie es intrínsecamente malo”. Confiar en los demás sin ser ingenuo es quizá una de las lecciones más difícil de poner en práctica, pero Mandela sacaba mucho provecho de esto bajo la premisa: si pensamos bien de la gente, aumentan las probabilidades de que esta muestre lo mejor de sí misma.
  8. Conoce a tu enemigo: Cuando conoces a tu enemigo, le llegas al corazón. “No hay que dirigirse [solo] al cerebro de la gente, sino al corazón”. La victoria definitiva llega solo cuando te ganas los corazones de la gente, y no solo sus cerebros.
  9. Ten cerca a tus rivales: La lealtad absoluta no existe. La lealtad es una cuestión de interés propio; haz que tus rivales sean leales por interés.
  10. Saber cuándo decir no: En ocasiones hay que saber decir no a tiempo, según Mandela, así te ahorrarás muchos problemas. “La gente sobrelleva mejor un no firme que uno ambiguo. Es mejor que lo hagas inmediata y claramente”.
  11. Es un juego largo: tiene que ver con lo que aprendió durante 27 años en prisión a la espera de su momento. Encerrado aprendió que la prisa conduce al error y a los juicios equivocados. Es mejor ser lento y ponderado que ser rápido solo para parecer decidido.
  12. El amor es decisivo: “No hay normas, pero el amor es lo más importante”. Menciona que el amor siempre fue su motor y que hay que conservar a la gente que te quiere cerca.
  13. Renunciar también es liderar: Hay situaciones en las cuales lo mejor es ahorrar los recursos. Entender que ceder puede ser una forma de victoria y de ejemplo. La muestra más clara que dio fue no aferrarse al poder, no aspiró a la reelección.
  14. Siempre son ambas cosas: Mandela no creía en las verdades absolutas, para él, son dos formas de entender el mundo, las personas y las situaciones, no en blanco y negro sino en grises, aunque a veces parezca contradictorio.
  15. Busca tu propio huerto: se refiere a que todo ser humano debería cultivarse en lo personal y en lo colectivo. En prisión, uno de sus refugios fue cultivar, por eso decía: “Los hombres pueden cultivarse como plantas”, sólo así pueden superar todas las tribulaciones y encontrar la armonía.

 

No te pierdas anteriores artículos de Natalia Camacho en el blog, el último: “En la diversidad, la empresa cobra sentido

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.