Trabaja el compromiso y cuéntalo, para que te acaben eligiendo a ti

¿Tienes presente esos expositores que normalmente te encuentras en los centros comerciales y en las grandes superficies llenos de cajitas de colores que anuncian experiencias inolvidables? Eso es una smartbox. Se trata de cajas de regalo originales que se venden por diferentes precios y que encierran experiencias atractivas de todo tipo: deportivas, vacacionales, gastronómicas, saludables, aventureras e incluso musicales. Puedes elegir en función de tus gustos, numero de acompañantes, ubicación, sofisticación y amplitud de servicios, siempre en función de lo que estés dispuesto a desembolsar, claro. Seguro que has comprado alguna o que la has utilizado como regalo: ¡son muy socorridas!

¿Te imaginas hacer el mismo proceso de compra, pero para elegir la empresa en la que trabajar? ¿Te imaginas poder elegir la experiencia que quieres tener como empleado? Si no te lo imaginas, es porque no te has parado a pensarlo, pero es el futuro… y en algunos países, ya es el presente.

Todos los días leemos muchas noticias acerca de nuestros posibles empleadores: prensa, internet, eventos, patrocinios, publicidad, etc.; nos avasallan con mucha estrategia de employer branding, pero hay algo de lo que no hablan mucho, y que tiene mucho valor para atraer y comprometer el talento de hoy en nuestras empresas: ¿cómo es la experiencia de sus empleados?

A medida que las organizaciones se transforman en entidades que funcionan de manera más colaborativa, la experiencia del empleado se vuelve más importante y más compleja. Hoy en día los empleados cada vez tienen más roles y más jefes. Sin embargo, la productividad permanece estancada ya que los procesos siguen siendo poco flexibles. Por lo tanto, se necesita un enfoque de experiencia de empleado distinta, focalizada sobre todo en la generación de compromiso con la empresa, de cara a que su experiencia vital, sea lo más gratificante posible y se sientan motivados para trabajar contentos y de forma eficiente.

El compromiso, podemos decir que se genera, en cualquier entorno empresarial, fundamentalmente a partir de la generación de experiencias positivas que tienen que ver con el feedback, el bienestar (wellness), las relaciones personales (con jefes y compañeros) y el reconocimiento. Cada una de estas vivencias, en general, se ha venido gestionando hasta ahora por los departamentos de recursos humanos de una manera aislada, con iniciativas inconexas, y con poca visión de futuro.

Una empresa que presuma de gestionar bien el compromiso de sus empleados, tendrá que definir un único prisma, un enfoque holístico que promueva experiencias que, en el día a día, permitan al empleado sentirse cómodo en el lugar y en el entorno en el que trabaja, contento de estar viviendo esa experiencia. Estas vivencias le tendrán que reportar al empleado un impacto directo en su bienestar, tanto desde un punto de vista físico, como emocional, como profesional e incluso financiero. En definitiva, tendrá que sentirse como el cliente de una smartbox. ¡Disfrutar de la experiencia!

Se necesita un enfoque de experiencia de empleado distinta, focalizada sobre todo en la generación de compromiso con la empresa

Y quién mejor que el propio empleado para definir esas experiencias que generan compromiso. Para que nuestras organizaciones sean realmente colaborativas, tendremos que dejar participar a los empleados en la definición de su propia smartbox y que sean ellos los protagonistas de su propia caja de regalo original. Guiémosles en cómo dar feedback, generemos entornos de relación efectiva con jefes y compañeros, reconozcamos su trabajo en el día a día y hagamos que otros lo reconozcan, consigamos que perciban que la empresa se preocupa por su salud, por su descanso, por su estado físico. De esta manera conseguiremos una experiencia de empleado consistente, cercana a sus expectativas vitales, que se asemeje lo más posible a su vida personal y que no suponga una ruptura con los hábitos y costumbres de la misma.

Midamos el compromiso del empleado de forma continua, no una vez al año, como hasta ahora, y conozcamos de cerca cómo mejorar cada una de esas experiencias trabajando en acciones concretas en el día a día acompañándonos de sus jefes y sus compañeros. Construyamos entre todos una experiencia difícil de olvidar. Construyamos compromiso.

Además, hoy en día, las herramientas digitales nos permiten generar apps que aglutinen todo esto en un único “frame” de interacción empleado- empresa-empleado en el que la experiencia del usuario resulta hasta divertida. Esto también genera compromiso.

Es mucho más fácil de lo que parece. Y cuando lo tengas hecho, mételo en una cajita y cuéntalo. Véndelo. Seguro que hay muchas personas talentosas buscando trabajo, que estarán encantados de trabajar en una empresa como la tuya que se preocupa por el compromiso de sus empleados.

¿Quieres conocer algo más de nuestra aproximación al compromiso? http://www.peoplexcellence.com/

 

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