Todos cuentan, todo suma
Por María Mota, consultant en People Excellence
A la hora de valorar la salud de una empresa, uno puede centrarse en la cuenta de resultados, en los beneficios trimestrales, semestrales o anuales que pueda arrojar, en su presencia en el extranjero o en su posición estratégica en el mercado en el que desarrolla su actividad.
Sin embargo, y la crisis económica que ha azotado nuestro país en los últimos años lo ha puesto en evidencia, se suele infravalorar y pasar por alto el que puede considerarse como el activo más importante con el que cuenta una empresa: su capital humano o, como se le conoce, su mano de obra.
La esencia de cualquier organización empresarial es la base de personas que la conforman, por lo que no es algo menor el que esa misma base humana encuentre en su lugar de trabajo las condiciones más adecuadas para desempeñar su labor, pues ésta redundara, en última instancia, en el beneficio particular y general.