¿Y si nos ponemos las pilas?
Recomendaciones que nos van a permitir encontrar nuevas motivaciones y espacios de felicidad en nuestro día a día
Por Alfredo Galán Martínez, Senior Concultant de People Excellence
Nos encontramos en una situación económica y social ciertamente incómoda, de la cual ni nuestros políticos ni nuestros gobernantes, ni organizaciones supranacionales, van a poder sacarnos fácilmente. Hemos perdido el tren de la competitividad con nuestros homónimos de la UE, e incluso países bastante menos industrializados que nosotros hace cinco años, empiezan a acecharnos. Sólo nos queda confiar en nosotros mismos y avanzar hacia adelante. Dejarnos de excusas y pensar en nuestro entorno, nuestro futuro y en la imperiosa necesidad de mejorar día a día para que entre todos, salgamos de esta situación. Quizá suene muy propagandístico y visceral, pero es la única forma de conseguirlo.
Y bien, ¿cuál ha de ser nuestro objetivo como país? Los expertos señalan que una economía más abierta, orientada a la innovación y la creación de valor diferencial es la clave para potenciar nuestra competitividad. Potenciar la investigación, el emprendimiento y orientarnos a nuevos sectores son las recetas principales para lograrlo, sin olvidar, por supuesto, una mejora de nuestra productividad y forma de trabajar, quizá algo alejada de esa filosofía de esfuerzo común y trabajo en equipo existente en países líderes como EEUU, Alemania o las economías nórdicas. Y para ello, es necesario un cambio cultural que desde luego, no va a ser impulsado por nuestros políticos. Hemos de impulsarlo entre todos nosotros.