Los valores del líder

Santiago de Miguel, Presidente de People Excellence

Santiago de MIguelA lo largo de estas semanas hemos recibido una lección de Liderazgo, probablemente una de las más difíciles decisiones que un Líder tiene que afrontar: el abandono o dimisión.

La dimisión de Esperanza Aguirre es, sin duda, una noticia de impacto, y probablemente una de las más complejas que ha tomado en su carrera personal; independientemente de las tendencias políticas de cada uno, es indudable que la dimisión de un político, no forzada, es una noticia en si misma y podemos extraer algunas lecciones, válidas en mi opinión para los líderes empresariales.

Es evidente que el Liderazgo no puede ser eterno, y en ocasiones nos forzamos en mantenerlo de manera ficticia, sin ser siempre conscientes del daño que podemos hacer a la compañía o al propio proyecto empresarial. La cuestión es que el Líder tiene que saber irse, tiene que ser consciente de cuándo ha pasado su periodo y ser coherente con su propio liderazgo cuando se dan una serie de factores, que deben llevar a pensar que es mejor dar “el pase” a nuevos Líderes.

Hay una serie de circunstancias que deben hacer reflexionar al Líder sobre si es su momento y debe demostrar uno de los Valores que tiene que estar presente en todo momento: el de la falta de egoísmo por el apego al puesto. Por un lado, considerar que si el entorno requiere otro tipo de Liderazgo, debe dar paso a profesionales que puedan desarrollarlo. Además, es una gran lección pensar que si no estás de acuerdo con el rumbo que está llevando la situación o no te sientes cómodo con lo que se te pide, lucha por cambiarlo,  pero si tras dar “la batalla” la situación no mejora, el Líder debe tener la dignidad de irse.

El directivo eficaz

Por Santiago de Miguel, Presidente de People Excellence

 

La primera pregunta que nos deberíamos hacer respecto a qué significa ser eficaz a la hora de dirigir a un equipo sería intentar delimitar qué es lo que hace que un equipo tenga mayor rendimiento que otros de similares características. Seguramente nos encontraremos con multitud de variables que podrían explicar los resultados de un equipo pero, sin duda, los niveles de compromiso y satisfacción de sus componentes estarían entre ellas. Todos los estudios realizados hasta la fecha  nos indican que altos niveles de compromiso y satisfacción correlacionan con altos rendimientos de los equipos equipo y explican hasta un 33% del rendimiento (D. McClelland).

En diferentes estudios sobre la gestión del talento se ha comprobado que el principal factor de retención de las personas claves en las organizaciones reside en el jefe, en su estilo de liderazgo. Es más, se ha comprobado que el 70% del clima o ambiente de un equipo de trabajo depende del estilo de dirección que despliega el jefe inmediato. Y la  satisfacción, bien canalizada, es el elemento crítico para que las personas se impliquen en la consecución de resultados.

El abanico de los estilos de dirección es amplio, pudiendo agruparlos del siguiente modo:

El directivo eficaz

Por Santiago de Miguel, Presidente de People Excellence

 

La primera pregunta que nos deberíamos hacer respecto a qué significa ser eficaz a la hora de dirigir a un equipo sería intentar delimitar qué es lo que hace que un equipo tenga mayor rendimiento que otros de similares características. Seguramente nos encontraremos con multitud de variables que podrían explicar los resultados de un equipo pero, sin duda, los niveles de compromiso y satisfacción de sus componentes estarían entre ellas. Todos los estudios realizados hasta la fecha  nos indican que altos niveles de compromiso y satisfacción correlacionan con altos rendimientos de los equipos equipo y explican hasta un 33% del rendimiento (D. McClelland).

En diferentes estudios sobre la gestión del talento se ha comprobado que el principal factor de retención de las personas claves en las organizaciones reside en el jefe, en su estilo de liderazgo. Es más, se ha comprobado que el 70% del clima o ambiente de un equipo de trabajo depende del estilo de dirección que despliega el jefe inmediato. Y la  satisfacción, bien canalizada, es el elemento crítico para que las personas se impliquen en la consecución de resultados.

El abanico de los estilos de dirección es amplio, pudiendo agruparlos del siguiente modo: