Francesc Galvan, Manager de People Excellence
En la actualidad, tenemos un contexto social, político y laboral muy adverso. Desde hace cinco años, la palabra CRISIS es la que más se escucha por doquier. Cada día vemos ERES, desahucios, cierres de empresas, huelgas, cargas policiales, reducción de salarios y pagas extraordinarias, recortes, reformas, casos de corrupción y otros problemas tanto nacionales como internacionales.
Algunos de ellos nos afectan personalmente y de forma importante. Algún familiar, amigo o conocido está actualmente en el paro, los gastos del colegio no paran de subir, la gasolina es casi un bien de lujo, el cine cuesta ahora una barbaridad y además, nos damos cuenta de que llegamos a fin de mes muy justos por lo que tenemos que hacer cábalas para reducir nuestro tren de vida y seguir haciendo recortes.
Todo ello nos provoca irritabilidad, pesimismo, malestar, insomnio, y un largo etc. Además, aprovechamos para desahogarnos con nuestros compañeros, colegas y amigos los cuales también nos hablan de sus desgracias y al final acabamos todavía más indignados por la situación actual. Es el pez que se muerde la cola, pero que nos tranquiliza ya que no somos los únicos y hay otros peor que nosotros, como los sabios pobres y míseros de Calderón de la Barca.