Cuando la suma de Directivos Top, no hace un Top Team
Por Fernando Martín, Director en People Excellence
De nuevo tenemos que hacer referencia a la metáfora del deporte para confirmar una realidad que cada vez nos encontramos con mayor frecuencia en el entorno empresarial: la suma de jugadores talentosos, no garantizan un equipo ni un juego brillante.
Muy a mi pesar, a día de hoy vemos como mi admirado Real Madrid, no consigue dibujar y menos desempeñar, un juego diferencial que permita soñar a todos sus aficionados con hazañas y metas históricas.
Uno de los principales errores cometido de manera recurrente, es considerar que la primera línea directiva tiene todo aprendido como equipo, que su dilatada experiencia y su histórico de logros -colectivos o individuales-, garantizarán rendimientos futuros y que por tanto, es gratuito tener altas expectativas respecto a su enfoque, coherencia organizativa y funcionamiento como equipo en general. El secretismo que rodea a sus offsite anuales, nos hace pensar que verdaderamente trabajan por el perfeccionamiento del rendimiento colectivo, cuando lo que realmente priorizan es el rendimiento empresarial, que no es poco, pero no es suficiente.
El término emprendizaje está hoy en boca de todos. Aunque siempre haya existido la figura del emprendedor en la sociedad bajo otras denominaciones (empresarios, pioneros, aventureros o hasta locos), las circunstancias actuales han hecho que todos los actores con verdadero poder de decisión en la economía hayan vuelto su vista hacia esta “rara avis”.
Llevo muchos años impartiendo y compartiendo escenarios de formación con colectivos comerciales, quizás los más exigentes que he conocido en mi trayectoria profesional, pero también los más gratos y retadores.
Hace poco leí en internet que a una persona le habían prolongado el contrato un año más sin comunicárselo previamente, aquella persona parecía realmente enfadada. Enfadada porque se había enterado en los pasillos a través de sus compañeros. Mi pensamiento inmediato fue, “con la que está cayendo… es una buena noticia. Tiene un año más de trabajo”. Pero según fui ahondando más en el tema, pensé… “Es natural su enfado. Somos animales sociales y si en la vida cotidiana la comunicación es esencial, en la vida laboral no debe ser menos, ya que ocupa la mayor parte de nuestra vida diaria”. La comunicación, es una necesidad funcional, sin ella no puede existir una relación verdaderamente humana. El ser humano necesita comunicar y ser comunicado, es una dimensión social. Por ello es casi obligatorio que las empresas tengan un plan de comunicación adecuado, ya que los beneficios que reporta son, claramente, mucho mayores que los costes. Como por ejemplo:
Me gusta el fútbol, y mucho. Hace un par de semanas jugaba mi querido Real Madrid y, muy a mi pesar, perdimos ante el Atlético. Después de un primer momento de enfado y tristeza, empezó un debate de lo más entretenido. Uno de mis amigos comentó que el Barcelona era mejor equipo, yo no podía asumir dicha afirmación, pero donde sí tuve que darle la razón es en la distinta forma en que cada equipo recluta a sus deportistas.
Nos encontramos en una situación económica y social ciertamente incómoda, de la cual ni nuestros políticos ni nuestros gobernantes, ni organizaciones supranacionales, van a poder sacarnos fácilmente. Hemos perdido el tren de la competitividad con nuestros homónimos de la UE, e incluso países bastante menos industrializados que nosotros hace cinco años, empiezan a acecharnos. Sólo nos queda confiar en nosotros mismos y avanzar hacia adelante. Dejarnos de excusas y pensar en nuestro entorno, nuestro futuro y en la imperiosa necesidad de mejorar día a día para que entre todos, salgamos de esta situación. Quizá suene muy propagandístico y visceral, pero es la única forma de conseguirlo.
“Estamos en la senda de la recuperación”…esta frase a pesar de haber sido tantas veces repetida nos hace tener una leve esperanza de que esta sea la vencida, y parece ser que esta vez sí; los datos indican que al menos no vamos a peor y sobre todo que hay una luz en el horizonte (incremento de las exportaciones, informes de los distintos centros de estudios, confianza país, estabilización de la caída del empleo, etc.) la de la Recuperación.
En el primer artículo sobre transformación empresarial, Diego Atencio, Consultor de People Excellence Colombia, abordó el tema de Autogestión, en el cual explicaba cómo las personas que son capaces de Autogestionarse logran resultados duraderos e impactantes en las organizaciones. En este artículo trataremos la Automotivación presentando como podemos transformar la obligación en pasión. En el próximo y último de esta serie, cerraremos el tema de la transformación con la última competencia, Autoconocimiento.
Con independencia de los mensajes que los datos macroeconómicos señalan, un aroma diferente se respira en las grandes compañías. De la conversación del lamento permanente y de la espera interminable porque el ciclo económico negativo llegue a su fin, estamos pasando a la visualización de planes estratégicos trianuales, pentanuales e incluso horizontes de negocio con vistas al 2020.
Este artículo es el primero de una serie de tres, donde se tratarán las competencias personales necesarias para la transformación de un líder, paso previo y fundamental para la implementación de la estrategia de una compañía. La Autorregulación es la primera competencia que se debe trabajar para lograr este objetivo. En el segundo y tercer artículo que conforma esta tríada, Consultores de People Excellence Colombia presentarán cómo la Automotivación y el Autoconocimiento son las otras competencias para la transformación del líder.